Abu Simbel, una de las maravillas de Egipto
Abu Simbel es uno de los tesoros arqueológicos del antiguo Egipto, poder verlo en todo su esplendor con la luz del amanecer, es algo que hay que ver una vez en la vida. Contemplar los templos que fueron construidos en el siglo XIII a.C, poder estar delante de ellos es todo un privilegio para no olvidar nunca.
La visita a Abu Simbel formó parte de nuestro viaje de 4 días de crucero por el Nilo y 3 días en El Cairo.
Indice de contenidos
Un poco de historia de Abu Simbel
Construido entre 1264-1244 AC por el faraón Ramsés II (1303-1213 a. C.) hijo de Seti I, también conocido como Ramsés el Grande. Fueron tallados, los dos templos, en la ladera de una montaña, entre la primera y la segunda catarata del Nilo, como conmemoración de su victoria en la batalla de Kadesh (1274 a. C.).
El más grande de los dos templos contiene cuatro estatuas de Ramsés II sentado en su entrada, de unos 21 metros de altura cada una. Abu Simbel tiene un segundo templo, más pequeño, que se supone fue construido para la reina Nefertari. Su parte frontal incluye dos estatuas de la reina y cuatro del faraón, cada una de unos 10 metros de altura.
La entrada al templo principal fue construida para que dos días al año, el 22 de octubre y el 22 de febrero, la luz brillara en el santuario interior e iluminara tres estatuas sentadas en un banco, incluida la del faraón, como conmemoración de su nacimiento y su coronación.
Abu Simbel hoy ya no está en el mismo lugar que en la antigüedad, entre 1964 y 1968, debido a la construcción de la presa de Aswan, el templo hubo de ser reubicado en una zona más alta de la misma ladera donde había sido tallado originalmente. Para esto, un equipo de expertos internacionales, con el respaldo de la UNESCO, realizo un trabajo que consistió en cortar el templo en enormes bloques de más de 20 toneladas, que seguidamente fueron ensamblados en su nueva ubicación.
Como curiosidad el templo de Debod, ubicado en Madrid, fue donado por el Gobierno Egipcio por la ayuda española para salvar los templos.
Recomendaciones
Los titulares de pasaporte español ordinario deben viajar con un pasaporte cuya validez sea de al menos seis meses a contar desde el fin de la estancia prevista en Egipto. Asimismo, es preciso estar provisto de un visado
Para viajar a Egipto es necesario contar con un visado que se puede adquirir en el aeropuerto de entrada a Egipto sólo en el caso de que se viaje con pasaporte ordinario. Este visado ordinario permite una estancia de 30 días y 1 sola entrada y cuesta 25$, o su equivalente en euros o libras egipcias.
Asimismo, es posible tramitar la obtención de un visado por vía electrónica con siete días de antelación a la fecha de salida en el siguiente enlace: www.visa2egypt.gov.eg.
Al llegar a Egipto, es posible que las autoridades locales exijan rellenar una tarjeta en la que se pide al viajero que consigne sus datos de contacto en Egipto, a efectos de control sanitario.
No se puede entrar o salir de Egipto con más de 5.000 libras egipcias, la moneda local. Asimismo, se prohíbe que los viajeros, ya sean extranjeros o egipcios, ingresen o saquen del país una cantidad superior a 10.000$ o su equivalente en cualquier otra moneda extranjera
En los bancos y casas de cambio se pueden cambiar las principales divisas y las tarjetas de crédito son admitidas aunque resulta conveniente, también, viajar con libras egipcias en metálico.
Imprescindible sacarse un seguro de viajes.
Antes de realizar un viaje es recomendable registrarse en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación
https://registroviajeros.exteriores.gob.es/
Para viajar a Egipto no se requiere ninguna vacuna.
Evitar alimentos crudos y nunca consumir agua no embotellada o no precintada.
Llevar un pequeño botiquín con suero oral, antidiarreico, ibuprofeno y sobre todo repelente de mosquitos.
Cómo llegar
Cómo llegar a Egipto
Egyptair es la única compañía para volar directo desde España, aunque puedes volar con otras compañías haciendo escala. Desde Madrid o Barcelona podrás volar a la capital El Cairo, Aswan o Luxor, el lugar desde donde parten los cruceros. En nuestro caso volamos a Luxor.
EgyptAir es la aerolínea más importante de Egipto, opera desde la ciudad de El Cairo. Es propiedad del gobierno de Egipto y cuenta con vuelos nacionales e internacionalestambién realiza vuelos locales, teniendo como base principal al Aeropuerto Internacional de El Cairo.
Cómo llegar a Abu Simbel
Nosotros llegamos con el crucero a Aswan y de ahí en autobús privado a Abu Simbel.
En autobús, empiezan de 4 am hasta 11 am porque los autobuses van en convoy protegido por la policía. Aproximadamente 3 horas de ida y 3 de vuelta. Recomendamos coger el autobús a primera hora para ver amanecer en Abu Simbel.
En avión desde Aswan a Abu Simbel, esta es la opción más rápida, la duración es de unos 30 minutos.
En crucero por el lago Nasser, el barco para frente a los templos.
Qué ver en Abu Simbel
Templo de Ramses II
El templo se abre con un pórtico donde se encuentra la impresionante fachada excavada en la roca, de 35 metros de anchura por 30 metros de altura, en la que están los 4 famosos colosos de Ramsés II sentados, de unos 22 m de altura.
Los colosos de la fachada representan a Ramsés II con el nemes, la doble corona de las dos Tierras, la barba postiza, símbolo del faraón en vida, el collar y un pectoral grabado con el nombre de coronación.
En la parte izquierda de la fachada hay tres estelas que representan a Ramsés II en adoración a Amón, Harmajis y Horus. A la derecha de la fachada se encuentra la llamada capilla septentrional, dedicada al culto al sol. En el lado izquierdo del templo, en su parte sur, se encuentra la capilla meridional excavada en la roca.
Ya en el interior del templo se encuentra la gran sala hipóstila, de 18 metros de longitud y 16 de anchura cuyo techo está sostenido por 8 pilares osiríacos sobre los que se apoyan otros tantos colosos.
Templo de Nefertari
Al norte del templo de Ramses II está situado el que hizo construir en honor a su esposa Nefertari y a la diosa Hathor.
Situado en el promontorio conocido como Ibchek es un templo único, ya que en él el rey cede parte de su protagonismo a la reina. De menor dimensiones que el templo de Ramsés II, su configuración interior es similar a la del templo principal.
La fachada, tallada en la roca y ligeramente inclinada, posee seis estatuas monumentales de unos 10 metros de alto. Es la primera vez que una reina aparece representada a la misma escala que el faraón en la fachada de un templo. Estas estatuas, en dos grupos de tres están situadas dentro de unos nichos y aparecen representadas en actitud de marcha, con el pie izquierdo adelantado.
En medio de estas seis estatuas nos encontramos con la puerta que conduce al interior del templo, y la cual está decorada con los cartuchos con el nombre del monarca, así como escenas de ofrenda a las diosas Isis y Hathor.
El santuario, donde vemos representada a la pareja real frente a varios dioses, así como a la diosa Hathor, representada con forma de vaca celeste con Ramsés II bajo su mentón.
Si quereis conocer otros lugares mágicos como este, leed nuestro artículo de Estambul.